La fricción suele ser maldecida como una consecuencia desafortunada de todo mecanismo. Metafóricamente hablando, todo lo malo tiene su lado bueno y ciertamente la fricción tiene innumerables aristas positivas. Pequeñeces como no poder saludarse al estilo esquimal (nariz con nariz) sin perder la vertical, hasta no poder masticar nuestros alimentos los cuales resbalarían por nuestros dientes, los cuales a su vez jamás conocieron un cepillo de dientes, solo el enjuague bucal..
Como nos sentaríamos sin un cinturón que nos sujete, para no ir a parar entre las piernas de nuestra compañera y rememorarnos a los momentos iniciales de nuestra venida al mundo ? Por cierto el parto requeriría de un doctor con habilidades de atajar penales ! Sin la fricción subir unas escaleras se transformaría en una serie de saltos verticales y para avanzar en el aire tocaríamos apenas la baranda y/o la pared, pero ese tocar debería ser perpendicular a la pared..por lo cual no saldríamos del primer escalón. Caminar seria esquiar y limpiase la cola siria imposible sin un bidet ….¿bañarse? solo si logras meterte en una pileta y ni pienses agarrar el jabón sino quieres trizar un azulejo. Si estas pensando en bañarte bajo la lluvia.. date prisa porque la fricción que ellas deberían crear para cargar la nubes y generar los rayos que a su vez calentaran la atmósfera para producir mas gotas no existiría. Todo debería estar magnetizado y usaríamos guante de acero, pero ya no seriamos terrícolas sino “ferrícola”. Vaya paradoja de la vida : el motor ideal jamás será fabricado, por culpa de una de las mayores perfecciones de la física…la fricción.
